martes, 24 de noviembre de 2009

REMEMORACIONES

I
Puede que mañana,
el brioso caballo
que con armonía
desliza su garbo
por esos caminos,
no adorne mas campos
con su estampa altiva,
y que los encantos
de un trote armonioso
no roce los prados.
***
Puede que mañana,
las miles de estrellas
que lucen sus guiños,
y fieles nos muestran
su gracia y su luz
en las noches bellas
del pueblo andaluz,
oculten su esencia
en la tenebrosa
penumbra que reinan.
***
Puede que mañana,
el sol alocado
que acude violento
lanzando sus rayos
con fuerza en estio,
encuentre un ocaso
que apague su rabia
de tiempos pasados,
y no encuentre un alba
que pueda ayudarlo.
***
Puede que mañana,
los árboles verdes
que pueblan la tierra
un otoño encuentren
que no tenga fin,
otoño perenne
que guarde la vida
para que no muestre
la fiel primavera
sus bellos vergeles.
***
Puede que mañana,
las blancas espumas
que nacen del rio,
de enormes llanuras
de agua y de sol,
tan solo sean brumas
del cieno cobrizo
de inmunda espesura
que pueble los rios
que ahora son lunas.
***
Puede que mañana,
los callados patios
que alegran la vida
con sus perfumados
alientos de siempre,
tan solo sean rastros
de inertes despojos,
tan solo sean rancios
sepulcros que muestren
la vida de antaño.
***
Puede que mañana,
las blancas paredes
que muestran su luz
cuando el sol las hiere,
los blancos perfiles
cual nubes de nieve,
tan solo sean muros
de oscuros relieves,
tan solo ruinas
de infiernos inertes.
***
Puede que mañana,
la fiel golondrina,
que nos hace sombra
con su aérea vida,
no recorra mas
las calles tranquilas
de los bellos barrios,
y que las caricias
de su sombra alegre
no tengan mas citas.
***
Puede que mañana,
el brioso caballo,
las miles de estrellas,
el sol alocado,
los árboles verdes,
los rios, los patios,
las blancas paredes
cansadas de Castro,
la fiel golondrina
ya no los veamos.
***
Puede que mañana,
no existan las vidas
que dieron a Castro
color y alegría;
pero en el recuerdo
siempre estarán vivas;
siempre vivirás
mientras uno diga
lo que sea de ti,
despues ya no hay vida.


II - Homenaje a mi madre

Una fría tarde de Enero
se ha marchado para siempre
Francisca Gutierrez Pérez,
y ya nunca la veremos;
¡que pena que a los recuerdos
también les llega la muerte!.
Por eso quiero cantar
antes de que se disipen
los recuerdos que aun existen,
su nobleza y su bondad.
Por eso quiero exaltar
las cualidades sublimes
que siempre la acompañaron,
y es que noto que se mueren
sus recuerdos en mi mente,
sin compasión aplastados
por otros que van llegando
como el agua del torrente.
Recuerdo que sus vecinas
solicitaban las ollas,
sartenes y cacerolas,
a cualquier hora del día,
ella se las ofrecía
con agrado siempre a todas.
Llegaban de todo el barrio
a coger unas ascuitas,
un poco de manzanilla,
o un dientecito de ajo,
y Frasquita siempre dando
lo que apenas si tenía.
Jamás nadie conoció
negativa o mala cara
a cuanto solicitaban,
y a veces se disculpó
cuando a alguna no sirvió
como ella deseaba.
Nunca de alguno habló mal,
y si algún día se enfadó,
su enfado jamás logró
que nublara su bondad.
Reina de Castro del Rio,
Princesa del Guadajoz,
alejada de los dos
dió su último suspiro.

V
Ondeando sus harapos,
cual banderas derrotadas
en las batallas de antaño,
corre la niña asustada;
y tras ella raudas corren
las voces alborotadas
de una multitud enorme,
y tras las voces, las ansias
del gentío precipitado
que persigue a la gitana.
La niña corre hacia el campo
con el trofeo que lograra;
aunque sus fuerzas se agotan,
aunque sus pies doloridos
van dejando breves gotas
de carmín sobre el camino;
pero ya no puede mas,
y las voces se aproximan
con mas fuerza y claridad,
y hasta parece que vibran
las piedras que sus pies besan,
anunciándole que pronto
la multitud que se acerca
le quitará su tesoro.
¡Pobre gitana asustada!,
que sin fuerzas para andar,
sobre una piedra sentada,
logra guardar con afán
entre sus frágiles brazos
el tesoro que el gentío
quiere apartar de su lado.

La multitud ya se ha ido,
y de nuevo aquella niña
queda muy sola en el campo,
y no tiene las caricias
del trofeo que le han quitado.
¡Pobre gitana asustada!,
que se quedó sin muñeca
porque no pudo pagarla
cuando la cogió en la tienda.
¿Porqué no puede la niña
jugar como las demás?.
Y quedó la gitanilla
sentada en la dura faz
del camino polvoriento,
triste y sola como siempre;
recordando los momentos
que viviera de deleites
con la dulce compañía
de aquella bella muñeca;
escuchando todavía,
de la multitud dispersa,
las blasfemias que lograban
que de sus ojos oscuros
unas lágrimas brotaran,
¿porqué el pueblo es tan injusto?.

Ondeando sus harapos,
cual en los campos castreños
despojos de espantapájaros,
abandonada en el suelo,
notó las leves pisadas
de unos breves pies morenos
que a su lado se acercaban;
notó la dulce caricia
de unos dedos infantiles
que rozaban su mejilla;
notó que cien querubines
a su alrededor cantaban
las notas de una canción;
notó que el niño cantaba
sin usar apenas voz.
Y la pobre gitanilla,
que ya no estaba tan sola,
que no añoraba la dicha
que vivió hacia pocas horas
con el trofeo delicado
que el pueblo injusto negó,
casi riendo y llorando
susurraba esta canción:

    "Me ha dicho mi padre
    que cuando sea grande
    podré ver a Dios,
    que si soy muy bueno
    viviré en su reino
    gozando su amor.
    "Me ha dicho mi padre......"

Después se fueron corriendo,
cual dos amantes que ansían
la soledad del barbecho,
recogiendo margaritas,
cantando, riendo, jugando;
jugando con los juguetes
que no hacia falta comprarlos.
Sus harapos resplandecen
sobre el dorado rastrojo,
y no necesita ya
de aquel juguete valioso;
porque ahora puede jugar
con las flores, con el sol,
con un gitanillo alegre,
de mas preciado valor
que el mas preciado juguete.

VI
La Cuesta de los Mesones
perdió su encanto de ayer,
murieron los caserones
por descuido y por vejez,
pereció el preciado arco
de luz en Feria Real,
de la Cuesta los Mesones
solo el nombre queda ya.
Contemplando las ruinas
de los enormes sanjuanes,
¡imaginé tantas cosas!.
Pude ver al caminante
con su espada siempre en danza
sobre un brioso corcel;
escuché hasta los resbuznos
de los burros en tropel
machacando el empedrado;
contemplando la grandiosa
vejez de aquellas posadas,
¡imaginé tantas cosas!,
¡recordé tantos momentos!.
Perdió su encanto de ayer
la Cuesta de los Mesones
en la que tanto soñé.
Aquellas blancas paredes,
que los años arrugaron,
perecieron para siempre.
Aquel diminuto cuadro,
que apenas dejaba ver
las letras que antes brillaron,
narrando que junto a él
se detuvo el mas preciado
de los grandes escritores
que en España se han formado,
se esconderá en los rincones
de algún pesebrón lejano;
¡de la Cuesta los Mesones
solo el nombre que ya!.
Se levantan ya balcones
en aquel bello lugar,
y pululan descarados
unos gritos malsonantes
que nacen en el Mercado.
Ya nadie podrá soñar,
ni imaginar las historias
que imaginé contemplando
de aquellas casas grandiosas
lo que les dejó el pasado.
De la Cuesta los Mesones
solo el nombre queda ya;
los castreños soñadores
ya no podrán encontrar
en aquella breve cuesta
ningún motivo que excite
la imaginación serena
que en todo castreño existe.

XI - Homenaje a mi maestro

Francisco Sanchez Trincado,
Don Francisco, mi maestro,
rojillo según los viejos
que en voz baja susurraron.

Decian que era educado
porque cuando iba al colegio
saludaba al jornalero
mas humilde de aquel barrio.

Todos fuimos castigados,
y todos somos sinceros
cuando hablamos del maestro
y sus virtudes cantamos.

Canciones nos enseñaba
en Mayo, mes de María,
y ese mes todos los días
se rezaba y se cantaba.

Consiguió llevar a Cabra
a los niños que creía
que su esfuerzo merecían,
los mas pobres no pagaban.

A todos nos obligaba
a pronunciar bien la ce,
dificil que un cordobés
la ce bien la pronunciara.

La enciclopedía que usaba
para enseñarnos los verbos,
penínsulas y catetos,
con que bondad la ampliaba.

Los domingos y las fiestas,
los niños desde el colegio
de la mano y en silencio
se acercaban a la iglesia.

Don Francisco, mi maestro,
lo recuerdo con cariño,
pues me mimó cuando niño,
y me ayuda su recuerdo.

martes, 17 de noviembre de 2009

EVOCACIONES

I
Vaso orgulloso
de la taberna,
que resplandeces
sin tu color,
porque el aliento
de aquella esencia
que fue tu alma
no se fugó.
Viña que muerdes
la tosca tierra
de la campiña
con gran pasión,
ansiando el día
que el fruto vierta
sobre la gente
su bendición.
Pueblo querido
que tanto aprecias
el breve trago
de buen sabor,
porque la gracia
se desenfrena,
hasta que nacen
del corazón
alegres coplas
que al viento llevan
lo mas sublime
de tu gran voz.
Vino dorado
que alegre juegas
con tu radiante
ración de sol.
Callado aroma
que al pueblo entregas
lo mas preciado
de la creación.
Hombre de Castro,
¿que grande gesta
llevó a tu vida
tan grande honor?.

II
En mi patio hay un rosal
de rosas blancas,
cual cuando rompe la mar
contra la playa,
como la nieve que besa
la verde rama,
como algodonar que espera
que el hombre vaya
para recoger su fruto,
como la clara
luna que en el cielo oscuro
nos da su gracia,
como la blanca paloma
que con sus alas
de los tejados adorna
su negra cara.

En mi patio hay un rosal
de rosas granas,
como boca al suspirar
que se engalana,
como la sangre que brota
cuando la espada
sobre el novillo se posa
allá en la plaza,
como el fruto que se oculta
en la granada,
como la sandía oscura
que al ser rasgada
deja ver su corazón,
cual cuando al alba
una nube reta al sol
para que salga.

En mi patio hay un rosal
de rosas blancas,
en mi patio hay un rosal
de rosas granas,
en mi patio hay dos rosales,
dos riadas
de suspiros en las tardes
soleadas.

III
No te acerques al pozo niña,
que saldrá la "cantamora"
a cogerte del pelo
que tu tanto adoras;
cabellos oscuros
de pequeña gitana
que al lado de la hoguera
en las noches de invierno canta.

No te acerques al pozo niña,
que saldrá la "cantamora"
a cogerte el vestido
que tu tanto adoras;
rosal estampado
que siempre vence el viento,
dejando que el sol penetre
a calentar tu bello cuerpo.

No te acerques al pozo niña,
que saldrá la "cantamora"
a coger los zapatos
que tu tanto adoras;
albergues serenos
que permiten besar
los perfiles mas pequeños
del limpio suelo al caminar.

No te acerques al pozo niña,
que saldrá la "cantamora"
a coger la muñeca
que tu tanto adoras;
callada ilusión
que a las niñas enseñan
a descubrir el amor
que sus corazones encierran.

No te acerques al pozo niña,
que saldrá la "cantamora"
a llevarte a su imperio
que reinan las sombras;
un mundo sin flores,
sin sol que le de vida,
sin zapatos, sin muñecas,
sin una callada sonrisa.

VIII
Allá en el melonar tranquilo
creció paloma,
era blanca como el camino
cuando se adorna
de las humildes margaritas
que se amontonan;
tan alegre como una niña,
mas juguetona.
Cuando la choza hecha de paja
mueve su sombra
hasta la mata mas lejana,
sale paloma
a pasear su alegre estampa
sobre las "cocas".
Los girasoles, cuando pasa,
su lomo rozan
con sus mas delicados besos;
y cuando trota,
la campanilla que en su cuello
hace cabriolas,
manda al firmamento canciones
de bellas notas.
Si hace daño a los melones,
cuando los roza
para besarlos torpemente,
lágrimas rotas
en su lengua se protegen.
Si un niño monta
su cuerpo quemado del sol
sobre paloma,
late su enorme corazón
de alegre forma;
parece un niño, mas niño es
que quien la monta,
cuando corre al atardecer
hasta la poza,
jugando con la flor silvestre,
la mariposa,
la charca, la alfombra verde,
la tierra toda.

IX
Me hechizó la bella forma
toda blanca,
semejaba un dulce angel
que bajara
por guardar del bello pueblo
su gran alma;
como un ramo de claveles
que jugara
sobre el suelo y bajo el cielo
con las hadas;
semejaba la figura
de una dama
que surcaba el firmamento
con las alas
que le habia prestado el viento;
aunque andaba
por tener mas cerca el manto
que adornaba
la tierra y el cielo a un tiempo,
la distancia
parecia siempre la misma;
aunque ansiaba
sumergirme en la cadencia
delicada,
del contorno transparente
que bailaba,
renovando su explendor,
no lograba
acercarme un poco mas;
la lejana
voz de un niño consiguió
que olvidara
la visión por un instante;
al mirarla
nuevamente, los claveles,
y la dama,
y el ángel se habían marchado,
ya no estaban,
solo ví una enorme nube
menos blanca.

XIII
Cuatro cuerpos doblados
brillan bajo el limpio sol,
avanzan lentos, callados,
mueven deprisa la hoz;
las camisas empapadas
ya no admiten mas sudor;
las espigas van cayendo
con quejidos de dolor;
todo es trigo, ni una sombra
los protege del calor.

   Se afanan los segadores
porque el tajo no se duerma,
porque la hoz no se pare,
porque el sudor no perezca;
el perro ladra en el hato
cuando un vecino se acerca;
el pollino pacta alegre
en lo que dejó la siega;
la chicharra sobre el cardo
repite su cantinela.

   En la choza diminuta
que con gavillas hicieron,
el segador se refugia
a la hora del almuerzo;
en su sombra calurosa
descansan por un momento,
y la camisa al secarse
parece de cartón recio;
pronto llega el de la era
a llevarse el parapeto.

   De nuevo las hoces brillan
cual relámpagos de sol,
de nuevo el trigo dorado
se retuerce de dolor,
de nuevo el sudor resbala
por la faz del segador;
sigue pactando el borrico,
la chicharra con su son,
ladrando el perro en el hato,
sigue bailando la hoz.

XXI
Muchas veces lo intenté
destrozándome las manos
con el huraño rastrojo,
me arrojé a la tierra en vano,
con desesperado anhelo,
sin conseguir apresarlo.
El "cigarrón" se alejaba
con gracioso desparpajo
cuando mi sombra acudía
para intentar sujetarlo.
Por fín pude conseguir
la presa que tanto ansiaba,
por fín lo tuve en mis manos,
por fin lo metí en la jaula
que para él construyera;
y se dumieron sus alas,
transparentes bajo el sol;
y se calmaron las patas
con las que tanto saltó.
No volaba ni saltaba
el pequeño cigarrón,
aceptaba resignado
la crueldad de mi prisión;
la crueldad, no por el trato
delicado que tenía,
ni por el breve palacio
que adornó mi fantasía;
la crueldad de ver el campo,
que hacía poco recorría,
tan cercano y tan lejano.
Ahora comprendo su afán
por esquivar mis cuidados,
ahora comprendo mi error
al intentar ayudarlo.
Solo procuré brindarle
mas comodidad que el campo,
aunque solo conseguí
aniquilar sus encantos;
pero no intentó escapar,
me acompañó resignado.

XXII
Quise ser la golondrina
que se pasea por tus calles,
que te admira desde arriba
sin que la moleste nadie.
Quise ser la mariposa
que a todas horas recibe
las caricias de las rosas
que en tu bello paseo viven.
Quise ser la verde espiga
que hace manto de tu tierra,
y que resplandece altiva
por el sudor que acogiera.
Quise ser la delicada
aceituna que conoce
los secretos de tus casas,
que presencia tus reuniones.
Quise ser la gran campana
que en "La Villa" canta siempre,
que alegra tu faz callada,
que te ama y te comprende.
Quise ser el clavel rojo
que en tus patios resplandece,
que adorna el brocal del pozo,
que dibuja las paredes.
Quise ser la breve copa
que tus vinos saborea,
que acaricia cuando toca,
que da luz a la taberna.
Quise ser el frágil pez
que en el Guadajoz se baña,
que bailando llega a ver
de tu ribera la gracia.
Quise ser el sol, la estrella,
la luna, el cielo entero,
que conocen tu grandeza
de ahora y de otro tiempo.
Quise ser el "Dios Eterno"
que todo siempre lo ve,
que te consiguió tan bello,
que en "Ti" culminó su hacer.

OTRO DESPERTAR

C-XX
Que no son todos iguales
por mucho que lo repitas.
Que no son todos iguales.
Hablemos de Julio Anguita,
de Marcelino Camacho,
también de Gerardo Iglesias.
Tenemos que hablar mas claro,
sobre todo, la derecha.

Que no son todos iguales
por mucho que lo repitas.
Hay comunistas legales,
que siempre son comunistas,
que defienden en la calle,
cada noche y cada día,
a los que pasan mas hambre,
a los que mas necesitan.

Que no son todos iguales,
que Franco fue un  dictador,
un falso rojo González,
Eme Erre fue un ladrón.
Que no son todos iguales,
que algunos son muy honestos,
otros muchos son culpables
de aprovechar sus asientos.

Que no son todos iguales,
que en la izquierda y la derecha
puede haber gente honorable.
Los hechos son los que cuentan.
Que no son todos iguales
por mucho que lo repitas.
Son lo hechos los que valen.
No es mas noble quien mas grita.

C-XIX
La amnistía llegó hace mucho tiempo,
otros países la usaron varias veces,
la de la España de ahora es diferente,
fue exigida para formar gobierno.

Los jueces y los curas van diciendo
que la "cámara baja" incumple leyes.
Hablamos de los curas y los jueces,
que deberían callar, incumplen ellos.

Las heridas catalanas sanando,
la economía mejora cada día,
España continua navegando,
logrando superar las zancadillas
del "consejo de jueces" por un lado,
por el otro la "iglesia", la amnistía.......

C-XVIII
Si alguno me recuerda alguna vez,
tendrá que recordar a un jornalero,
a un humilde poeta, a un castreño
que gozó del Rio Viejo en su niñez.

Si alguno me recuerda alguna vez,
que recuerde la esencia de mis versos,
que recuerde la voz de mi silencio,
que recuerde los sitios que añoré,

que alumbre los sonetos arandinos,
que visite la voz de la mirada,
que expanda el amor a la poesía.
Si alguno se acordara de este niño,
que vivió recreándose en su infancia,
que sepa que es un nene todavía.

C-XVII
Salgamos a la calle a pregonarlo,
defendamos al juez que es luchador,
admitamos tambien algún error,
que un juez es solo un ser humano.

No dejemos que sigan maltratando
a ese juez, que tal vez se equivocó;
pero afirmo, que nunca mereció
de forma tan cruel ser procesado.

Los pocos luchadores van cayendo,
lanzados al vacío por el poder,
los contratos actuales condicionan,
los sindicatos se hunden en el cieno.
Defendamos siempre a cualquier juez
si queremos seguir siendo personas.

C-XVI
Las rutas que marqué se han esfumado,
las marcas eran firmes, contundentes;
sin embargo, hoy se muy de repente,
que el destino no puedes prepararlo.

Las metas que mis sueños fabricaron
poco a poco se van, desaparecen;
y aunque se que al final está la muerte,
muchas rutas marcadas se han borrado.

Las metas, los destinos, las vivencias,
y es que algunos cumplieron sus deseos,
y no se han dado cuenta todavía
que las rutas marcadas que superan
es un lujo que  pocos consiguieron,
es un logro que pocos conseguían.

C-XV
He vuelto a gozar tus humedades,
es otoño, se inundan tus secretos,
la nieve se quedó ya en mi recuerdo,
y de nuevo tu cuerpo es navegable.
Y mi remo consigue que la nave
pueda llevar mi mástil a los cielos,
se que pronto nos llegará el invierno,
y no será posible, será tarde.
Es otoño,  no es fácil cultivar,
es época dura para todos,
noviembre, el jazmín de mi jardín
nos muestra su blancura sin igual.
He vuelto a gozar, y este es mi otoño,
el invierno muy pronto estará aquí.

C-XIV
Las nubes se apoderan de los cielos,
las noches atropellan a los días,
los humanos destrozan las campiñas,
ninguno acepta ser un hombre bueno.

Tal vez alguna vez vendrá otro tiempo
que las nubes transporten alegría,
que las noches compartan esta vida,
que el campo sea tratado con esmero.

Y seguro que nunca será tarde,
se trata de mirar de otra manera,
nuestro cielo, nuestras nubes, nuestros valles,
cada noche, cada día nos recuerdan
que el cariño nunca hizo daño a nadie,
cariño a las personas y a La Tierra.

C-XIII
El mismo sol que alumbra mi balcón,
ilumina los patios de mi pueblo,
la misma luz que vigila mi sueño,
de otros lechos también se apoderó.

Que suerte disfrutar de un solo sol,
el mismo para todos los castreños,
africanos, mongoles, europeos,
los muy ricos y los que no lo son.

Y el sol nunca se deja sobornar,
y a los pobres sus rayos también llegan
y el Planeta se deja acariciar,
y El sabe mucho mas de lo que cuenta.
Lo miro, y me mira sin parar,
las miradas son voces, son poemas.

C-XII
Y ya están aquí, no supe correr mas,
y el mundo no lo tengo preparado,
y se que no es muy fácil explicarlo,
reconozco las cosas que hice mal.
Ya nacieron, y debieron esperar,
la democracia real aun no ha llegado,
y sueño que los pueblos maltratados
algún día se tendrán que rebelar.
Como puedo explicar a nuestros niños
que el pueblo es quien gobierna en democracia,
si el gobierno no hace caso de los gritos,
si a los pobres se les trata como ratas.
Han llegado muy pronto, no he sabido
hacer un poco mas, tal vez mañana.

C-XI
Setenta años de espera,
de sombras y de silencios,
y fué nieta y ahora abuela,
y nos cuenta sus recuerdos.

Setenta años callada,
esperando estos momentos,
sin que nadie la escuchara,
escondiendo su secreto.

Hace ya setenta años
que sacaron a su padre,
de madrugada, van cuatro,
tan solo cuatro chavales.

Se lo llevaron gritando,
los vecinos en silencio,
todavía siguen callados,
en el camión lo subieron.
Y allí junto al cementerio,
dentro de una enorme zanja,
su padre, mirando al cielo,
seguro que se acordaba
de aquella niña pequeña,
y calló sin decir nada,
nadie oyó ninguna queja,
los asesinos gritaban,
celebraban su proeza,
y una niña perdió a un padre,
y nadie escucha su pena.
¿Ella tambien fué culpable,
con tan solo cinco años
de nacer en aquel pueblo?.
Aunque tarde, está intentado
que se acaben los silencios.

Setenta años callando,
y su padre sigue allí,
bajo la tierra esperando,
y la niña sigue aquí,
convertida ya en abuela,
y no se atreve a decir,
que su padre, bajo tierra,
no debió acabar así.

Y ahora que la ley la ampara,
y que puede defender
la honradez, del que en la zanja,
setenta años después,
sigue siendo maltratado.
Ahora se acabó el silencio,
y un juez se atreve a contarlo,
un juez que en el mundo es bueno;
pero en España dudamos
si es legal o no es legal
saber que todos lucharon.
La verdad puede cambiar.
!De tantas formas contaron
la "guerra incivil" de España¡.
!Se han de admitir tantos fallos
de todos los que luchaban¡.

Pero un juez quiere escuchar
a la hija que es abuela,
y a este juez le hacen callar,
y el mundo entero protesta,
y se abren las heridas
que ya creiamos cerradas;
la abuela no se resigna,
necesita que en España
alguien cuente sin reparos
la honradez de aquellos rojos,
aquellos torpes soldados
que dejaron los rastrojos,
porque debían defender
al Gobierno que eligieron.
Debemos reconocer,
y empezar un libro nuevo.

Setemta años sufriendo
esperando sin hablar,
la niña ya tiene nietos,
y quiere recuperar
la honestidad de su padre,
y quieren culpar al juez,
y pretenden que se aparte,
¡quien la podrá defender!.

Setenta años callada,
pero se acabó el silencio,
aunque la justicia falla,
jamás fallaron los pueblos.

Ahora todo el mundo sabe
la verdad de aquellos tiempos;
a lo mejor algo tarde,
setenta años, de acuerdo
que son demasiados años
sin reconocer los hechos.
Algunos no han aceptado,
los buenos aun son los buenos.

C-X
Soñé anoche que volaba,
igual que la golondrina,
lo mismo que las espigas
cuando son olas doradas.
Esta mañana, despierto,
y en recuerdo convertido,
ya no se si lo he vivido,
o tan solo ha sido un sueño.

Soñé anoche que volaba,
mis alas eran mis brazos,
lo mismo que un aeroplano,
igual que vuelan las hadas.
Esta mañana, despierto,
aun podía ver los detalles
de los montes y los valles
que pude ver en mi sueño.

Soñé anoche que volaba,
igual que las nubes vuelan,
lo mismo que las estrellas,
lo mismo que las campanas.
Esta mañana, despierto,
recordaba lo soñado,
en el desván lo he guardado,
el desván de los recuerdos.

C-IX
El día se aproxima lentamente,
la oscuridad aun viste las siluetas,
el silencio, dormido, no se entera,
la luna se despide dulcemente.
La noche se aleja, el pueblo duerme,
las luces y las sombras se toleran,
por un instante fieles compañeras,
enseguida se imponen los poderes.
El día de los campos se apodera,
la claridad se instala en cada patio,
los reyes del corral quiquiriquean
y los perros alertan a sus amos.
El cabrero ya nunca nos despierta,
amanecen los días y los años.

C-VIII
¿Vivimos, cuando el sueño nos domina,
y a veces recordamos lo soñado,
y despiertos seguimos visionando
aquello que logró la fantasía?.
El cuerpo cuando duerme, ¿tiene vida?.
¿La vida con la muerte ha terminado?.
Los huesos en cenizas transformados
se adueñan de la tierra ya elegida.
Los momentos soñados, ¿también mueren?,
¿Existe alguien que pueda responder?.
El sueño, ¿es lo mismo que la muerte?,
sino es así, ¿quién sabe como es?.
Los que saben no pueden o no quieren,
los demás lo tendremos que saber.

C-VII
¿Adonde van los pensamientos, cuando
la muerte de la vida se apodera?,
¿y por donde caminan las ideas?,
¿y en que lugar se ubican los recuerdos?.
Hay cosas que no mueren, cuando el cuerpo
se adentra en las entrañas de la tierra,
algunas lograrán ser casi eternas,
tal vez otras consigan el descanso.
¿Adonde van nuestros recuerdos, cuando
se borren nuestros rostros de sus mentes?;
¿y por donde caminan, cabizbajos,
los malvados secretos del que muere?;
morirás cuando no seas recordado,
vivirás mientras uno te recuerde.

C-VI
Voy notando que mi infancia se acerca,
que recuerdo detalles de aquel tiempo;
sin embargo, lo que hice hace un momento,
a toda prisa noto que se aleja.
Hace poco que tengo este problema;
aunque lo oí conversar entre los viejos,
siempre pensé que eso estaba muy lejos,
y ahora noto que se coló en mi puerta.
Tal vez no sea tan malo recordar
aquellos años que los días parecían
largos meses que no tenían final;
recuerdo de mi infancia las tortillas;
de anoche nada logro recordar,
¿es buena esta memoria selectiva?.

C-V
El tiempo, que igual corre para todos,
para algunos camina mas despacio,
son unos cuantos tan privilegiados
que hasta en eso son muy poderosos.
El tiempo, que jamás cogió un soborno,
ahora ya no desprecia los regalos,
aunque es verdad que nunca se ha parado,
a veces caminó mas poco a poco.
Pero el destino llega a cualquier hora,
aunque alguno lo puede retrasar
y lograr algún tiempo de demora,
se sabe que el final siempre vendrá,
y las luces se llenarán de sombras,
y el sueño para todos llegará.

C-IV
Y las luces son sombras cuando pasas,
los pájaros te escuchan en silencio,
las estrellas te cuentan sus secretos,
y las rosas suspiran si las hablas.
El sol, a escondidas, te engalana,
nos ofrece porciones de tu cuerpo,
que vuela dulcemente por el cielo,
y nos procura noches de esperanza.
Siempre tiene que aparecer un pero,
y en el cielo, pues claro que aparecen,
esas nubes con grandes velos negros
que ocultan tu belleza, me entristecen.
Aunque en el cielo alguna vez hay peros,
en la tierra los vemos muchas veces.

C-III
En los sueños todo es diferente,
las cuerdas se consiguen desatar,
los humanos se atreven a volar,
la mentira se quema en el aceite.
En los sueños los políticos no mienten,
todos luchan unidos por la paz,
en los sueños no tienen que insultar,
hasta incluso coinciden pareceres.
Pero ninguno sueña con frecuencia,
tal vez navegan por otros paraísos,
si soñando nos dicen lo que piensan,
que pena que no sueñen los políticos,
el mundo rodaría de otra manera,
porque en los sueños no hay pobres ni ricos.

C-II
Me gustaria aprender a valorar
la grandeza de un ser a simple vista,
ocultada la herencia recibida,
sin ropas que lo puedan delatar.
Podérselo enseñar a los demás,
cual se enseñan las sumas y las islas,
como se aprenden tan pronto las mentiras,
lo mismo que aprendemos a jugar.
Que el traje no haga a la persona buena,
que el harapo no señale al delincuente,
y que sepamos ver que lo de fuera,
lo primero que vemos casi siempre,
casi nunca la realidad refleja,
la grandeza no está en el continente.

C-I
Mañana serán hombres y mujeres
los niños que hoy alegran las familias,
conocerán del mundo las rencillas,
y tendrán en sus manos los poderes.
Y es bueno que hagan siempre los deberes,
porque ahora están a tiempo todavía,
los de ayer no aprendimos en su día,
hoy sabemos los fallos que se tienen.
No debemos dejar que ocurra igual,
porque ese error lo debemos releer,
pues los niños son niños nada mas,
nosotros ya hemos dado algún traspíes,
esas dudas las debemos enseñar
a todo aquel que las quiera aprender.

B-VIII
El sol el horizonte va mostrando,
de la mar su silueta se levanta,
su brillo se apodera de las aguas,
su alegría recorre nuestros campos.
Este globo también lo ven en Castro,
porque es el mismo sol en toda España,
esa luz que es la vida y la esperanza
de la Tierra, de todos los humanos.
Y atraviesa las nubes sin romperlas,
calienta de los niños sus inviernos,
alumbra de los pobres sus miserias,
acaricia la fruta de los huertos,
no sabe de pobreza ni riqueza,
pues por algo es el rey del Universo.

B-VII
Si quieres conocer nuestros secretos,
aquellos que todo el mundo guarda,
ve directo, pregunta a la almohada,
pues ella vigila nuestro sueño,
porque escucha la voz del pensamiento,
y seca, si hace falta, nuestras lágrimas,
y sabe de esas noches que no acaban,
y puede interpretar cada silencio.
Si alguna vez te acuestas preocupado,
deberias consultar con la almohada,
y nunca precipites resultados,
pues mañana verás las cosas claras,
la almohada conoce tus pecados,
y también tus virtudes, pero calla.

B-VI
La voz de la mirada, ¿tiene idioma?,
¿en Italia será muy diferente?,
¿será lo mismo en otros continentes
la lengua que no aprenden las personas?.
Esta forma de hablar siempre funciona,
en colegios especiales no se aprende,
el brillo de unos ojos, ¿quién no entiende?,
¿quien duda si dos niñas te perforan?.
El idioma de todo el Universo
dos miradas que pueden entenderse,
unos guiños que se hablan en silencio,
pupilas que han logrado amaneceres,
que consiguen contarse los secretos,
la lengua que los más pobres comprenden.

B-V
Una ronda son veinte primaveras,
veinte copas repletas de sabores,
veinte sombras o veinte resplandores,
veinte soles o veinte nubes negras.
Y en esta ronda que ahora empieza,
debo intentar brindar con los mejores,
ganadores o tal vez perdedores,
no siempre se ha premiado la grandeza.
Y en esta cuarta ronda lucharé,
todo el jugo de la copa he de sacar,
cada palabra la masticaré
pues ninguna se debe desechar,
y dudo si al final me enteraré
que es la cuarta, tal vez no queden mas.

B-IV
Y esta ronda la quiero pagar yo,
no puedo permitir que invite otro,
saborear lentamente cada sorbo,
escuchar atentamente cada voz.
Admitir un mal gesto del que erró,
disculpar si se escucha algún mal tono,
evitar siempre temas escabrosos,
y a veces inspirar con gran rigor.
Y en esta ronda quisiera valorar
lo único importante de esta vida,
primero, el amor y la amistad,
la amistad y el amor después irían,
pues estos sentimientos de verdad
a todo lo demás superaría.

B-III
El tiempo, !te enseña tantas cosas¡,
es el mas sabio de todos los maestros,
el único señor del Universo,
el Dios al que todos siempre imploran.
El tiempo, cuando vemos que se agota,
porque nadie ha logrado ser eterno,
repite lo que ya todos sabemos,
que es tarde, que ha pasado ya la hora.
Pero el tiempo perdido ya no vuelve,
y en clase no lo suelen enseñar,
y la vida te va enseñando siempre,
y a veces no se aprende hasta el final,
cuando prácticamente ya no puedes,
el tiempo entre las manos se nos va.

B-II
El silencio, la voz de la mirada,
la música que escucho cuando sueño,
es la rima perfecta del soneto,
el olor que la noche nos regala.
El amor no precisa de palabra
si quiere transmitir su sentimiento,
dos miradas se dicen en silencio
bastante más que si los labios hablan.
Si al verse dos pupilas se iluminan,
los párpados no saben que decir,
se enrojecen un poco las mejillas
y el silencio no consigue adonde ir,
seguro que el amor lo necesita,
¡los ojos dicen tanto sin decir!.

B-I
Verde, como recuerdo la campiña
de Castro del Rio en plena primavera.
Verde, como la aceituna que refleja
la chispa del otoño que termina.
Blanca, igual que en mis recuerdos brilla
cada casa encalada que al sol reta.
Blanca, como es del olivar la tierra
que entre las ramas verdes se adivina.
Del pueblo andaluz es la bandera,
insignia de una tierra castigada,
estandarte de una gente que quisiera
no tener que emigrar por toda España,
la luz y la esperanza siempre ondean,
blanca y verde, quizás verde y blanca.

A-VIII
Sorber de los claveles los latidos,
del trigal admirar las amapolas,
de las rosas beberme los aromas,
de tus labios comerme los suspiros.
Imaginar los árboles con nidos,
con las nubes crear miles de formas,
disfrutar de una tarde silenciosa,
abrazarte a la sombra de un olivo.
Saborear las noches veraniegas
cuando el jazmín del aire se hace dueño
y palpar a mi lado tu presencia;
quemarme con el roce de tu cuerpo,
de tu aliento que recite algún poema,
despertar y saber que no fué un sueño.

A-VII
Si consiguiera coger tu sonrisa
y meterla en una urna de cristal,
si logro tus suspiros atrapar
y guardarlos visibles a mi vista,
si pudiera poner en mi mesita
las miradas de un momento especial,
si el calor de tu piel puedo guardar
atrapado después de una caricia,
si la luz de tus ojos la envolviera
como un ramo de rosas transparente,
si el aroma que noto si te acercas
pudiera ser caudal de alguna fuente,
y si pudiera, pudiera, pudiera,
y si pudiese, pudiese, pudiese.

A-VI
Santa Coloma, casitas y huertas,
para mucha gente de Barcelona,
cuando Franco ostentaba la corona,
Juan Carlos inclinaba la cabeza
y juntos entraban en la Iglesia,
y osaban entregar una limosna.
Después los andaluces se incorporan,
y Juan Carlos a Franco lo releva,
y en dormitorio la huerta se convierte,
y los políticos pronto se acomodan,
y enseguida las ilusiones mueren,
y es tonto todo aquel que nada roba,
y ahora ya de todo el mundo vienen
a los somieres de Santa Coloma.

A-V
La voz de la mirada dice poco
si otros ojos no quieren escuchar,
si otros iris no pueden reflejar
el eco de unos guiños silenciosos.
Se dicen muchas cosas con los ojos,
quizás la voz nunca sabría expresar
el calor que se envía cuando al azar
dos miradas se mandan un piropo.
La voz de la mirada necesita
otra voz de otros ojos frente a frente,
como en todas las cosas en la vida
precisas de un destino para un puente.
¡Se dicen tantas cosas si te miras
y ves en las pupilas de quien quieres!.

A-IV
Contestó muchas veces Saramago
que despacio debemos caminar
y que nunca tenemos que parar,
la experiencia nos deja un buen regalo.
Las prisas muchas veces destrozaron,
¿el tiempo perdido adónde va?,
¿debemos los consejos olvidar,
o sin parar continuar caminando?.
La lógica se impone a la razón,
mucho antes llegará a su destino
el que andando despacio no paró
que aquellos que recorren los caminos
y piensan que corriendo van mejor,
no cuentan las paradas que han perdido.

A-III
La primavera se inunda de rosas,
la sardina en verano resplandece,
la nariz en invierno se enrojece,
en otoño los políticos retoñan.
Y son veinte gobiernos y corona,
y muchos funcionarios que allí crecen,
y algunos que los sueldos no merecen,
y otros ni se esconden cuando roban.
Y a los pobres el agua le limitan,
y los campos de golf muy bien regados,
y algunos sueldos públicos irritan
a aquellos que malviven trabajando;
la primavera pronto se marchita
y el otoño ya nace marchitado.

A-II
Se reunen los dueños del Planeta,
proponen iniciar otro proyecto,
se reparten los cargos y los sueldos,
ninguno se sonroja, ¡no hay vergüenza!.
De Copenhague sus coches se adueñan,
contaminando el aire y el silencio,
y se crean un sinfín de cargos nuevos
que se reparten la izquierda y la derecha.
Si esta cumbre no sirve para nada,
con este gasto enorme malgastado
podrían haber ganado otras batallas:
"muchísimas mejoras para el campo,
pantanos, para almacenar mas agua,
lograr útiles puestos de trabajo".

A-I
Veintidós millonarios divirtiéndose,
son dos equipos de once jugadores,
en directo cien mil espectadores,
tal vez varios millones por la tele.
Los insultos calientan el ambiente,
y parece que peleen por los balones,
¿quién sabe si defienden los colores?,
los héroes del momento son los jueces.
El pueblo a sus equipos vitorea,
cuando el partido ya se ha terminado
uno gana y otro pierde, son las reglas,
y le chillan al juez que está comprado,
porque los perdedores se cabrean,
¡que demuestre el ganador lo que ha ganado.

SONETOS REIVINDICATIVOS

XIII
Hoy ya se muy bien que dios no existe,
si alguno me demuestra lo contrario
cambiaré mi postura de inmediato,
creando tantas dudas muchos viven.

Ignorancia y religión son afines,
trasladaron a Franco bajo palio,
el indulto de Junqueras denunciaron,
la amnistía tampoco la permiten.

Cultura y libertad van de la mano,
dos tesoros con muy poco valor.
los dueños del planeta van logrando
que no se avance más, tienen pavor,
tienen miedo a un pueblo preparado,
ahora dudo que pueda existir dios.

XII
Los unos se apoderan de banderas,
que no son suyas, porque son de todos,
predicando convencen a unos pocos,
con los hechos no ocultan sus maneras.

Si buscas la igualdad en el Planeta,
si quieres evitar que el poderoso
agrande en paraisos sus tesoros,
los hechos mas recientes te lo muestran.

Un partido que pide independencia
por tener mas dinero y mas poder
y en su nombre pregona que es de izquierda,
no lo puedo entender, ni entenderé.
busquemos ser iguales, sin barreras,
bandera que debemos defender.

XI
Y es que creo que los trabajadores
deberíamos estar bien informados,
pues nunca entenderé los resultados
del Rajoy que ganó las elecciones.

Si los ricos son pocos, no hay razones
para que manden los que maltrataron,
no entiendo a este pueblo castigado
que al votar no se acuerda de los pobres.

Si hay mas pobres que ricos, no lo entiendo,
no comprendo los votos de mi gente,
si somos responsables con los votos
tendríamos que lograr otro gobierno,
un gobierno mas justo, mas decente,
mas cercano, cercano para todos.

X
Esperaba dormida la talega,
esa bolsa de tela de mi infancia,
que estuvo muchos años olvidada,
escondida al final de la alacena.

Los que ayer consiguieron esta ausencia,
ofreciendo las bolsas regaladas,
son aquellos que hoy mismo nos reclaman,
nos cobran los errores que impusieran.

Ya tengo mi talega preparada,
no engañáis a ninguno con las leyes
dirigidas al pobre ciudadano.
Las bolsas las tenemos si se pagan,
que me expliquen los que tienen los poderes,
yo ya se que nosotros no ganamos.

IX
Que no es lo mismo escuchar cuando te hablan
que solo oír lo que dicen los demás.
Que no es lo mismo un río con gran caudal
que aquel arroyo que nunca lleva agua.

Que no es lo mismo la dieta voluntaria
que no poder comer siquiera pan.
Que no es igual tener que trabajar
que colocar el trabajo en la almohada.

Y los que mas tienen quieren mas,
y no miran de donde lo han logrado.
No tenemos que oír, hay que escuchar,
y escuchando podremos conocer
que existe un pueblo ronco y agotado
que mas no puede ya retroceder.

VIII
Si Franco la cabeza levantara,
y viera lo poco que han cambiado
las pautas que él habia marcado,
aseguro que se vuelve adonde estaba.
Los postes de la luz que colocara
se pudren todavía en nuestros campos,
y seguimos remendando los pantanos
que heredó del dictador la democracia.
Se abortan las protestas ciudadanas
lo mismo que los grises de otro tiempo.
Y no se donde empieza y donde acaba,
son iguales los malos y los buenos.
Si Franco la cabeza levantara
pensaría que ha tenido un breve sueño.

VII
Grandes metas se impone el indignado,
que los banqueros no controlen el Planeta,
los paraisos fiscales liquidarlos,
que los votos decidan quien gobierna;
pues el primero de la lista es elegido
a dedo, y a nadie representa.

Grandes metas se impone el indignado,
que el que se quiera de misiles proteger,
no se gaste los dineros del Estado;
hay cosas mas precisas, basta ver
las escuelas y hospitales que han cerrado,
no los usan quienes tienen el poder.

Grandes metas se impone el indignado,
que se creen bancos públicos reales,
y que no se repartan esos cargos
entre amigos de cada gobernante.
Grandes metas se impone el indignado,
los de ahora lo fueron así antes.

VI
La bandera de Castro, de mi pueblo,
debe mostrar al mundo sus fachadas,
debe hablar de sus casas blanqueadas,
y lucir los azules de su cielo.
Estandarte que lleve los destellos
incluso hasta la estrella mas lejana,
pendón que encontrarás en mi ventana,
y también hallarás en mis adentros.
Este pueblo que surge en la campiña,
vigilado por Espejo y por Baena,
debe ser reconocido cuando digan:
aquella, aquella es la bandera
de un pequeño rincón de Andalucía.
de todos los castreños y castreñas.

V
Son demasiados hijos diferentes,
demasiados intereses se han creado,
tan solo adolescentes mal criados
que piden mas dineros y poderes

La casa familiar fue suficiente
mientras todos unidos trabajamos,
tan solo precisamos un arado,
y una lumbre, y tal vez un pesebre.

Los niños se marcharon de la casa
y todos precisaban herramientas,
mas arados, mas lumbres, mas capachas,
y a la vez compartían la misma hacienda.
Son demasiadas partes, demasiadas,
ya veremos los que llenan la talega.

IV
Votamos a corruptos, imputados,
el honesto tal vez no es popular,
el pueblo se consigue manejar,
igual que un solo perro a su rebaño.

Y todos nos prometen fin al paro,
la izquierda y la derecha por igual,
los banqueros van cobrando mas y mas,
los políticos no bajan de su carro.

Del indignado se oyen los silencios,
enchufado el hermano de Botella,
el hijo de Guerra un buen empleo,
arrasa el imputado de Valencia,
la mujer de Montilla varios sueldos,
los políticos imponen sus miserias.


III
¿Quien es dueño del parque de mi barrio?,
¿quien decide la lengua que he de hablar?,
¿quien valora la pensión que he de cobrar?,
¿quien fija del Congreso los salarios?,

¿quien limita la altura de un tejado?,
¿quien controla la cuenta familiar?,
¿quien pregona que sirve a los demás?,
¿quien aumenta la deuda del Estado?,

¿quien permite las pagas de banqueros?,
¿quien dice que el podólogo es de pago?,
¿quien miente cada vez que le habla al pueblo?,
¿quien habla y no cree lo que ha contado?,
ojo, que no es representante nuestro
un político a dedo colocado.

II
Algo pasa en España, en mi España.
En la tierra de Lorca, de Machado
y de Carrillo, algo está pasando.
El estudio no lleva hasta la fama.
El insulto en la "Tele" ahora se paga.
Los jóvenes no crecen motivados.
Los maestros ya no son respetados.
El pueblo mientras tanto sufre y calla.
Demasiados gobiernos con poderes,
demasiados funcionarios aburridos,
entre ellos se reparten los pasteles,
la "Enseñanza" ya no es un objetivo,
la "Sanidad" poco a poco retrocede,
se distancian los pobres y los ricos.

I
¿Cual es hoy la bandera de la tierra
que representa a todos los humanos?,
si en mi pueblo pelean con el de al lado
para escoger el tono de la tela,
si cada uno defiente una bandera,
¿como llegar a ser representados
por un solo retal que esté ondeando
en la cumbre que ansian mil peleas?.
Si alguna vez logramos anular
las fronteras de idiomas y de razas,
ya podremos empezar a plantear
la bandera para la raza humana;
estandarte que hemos de colocar
visible para todas las galaxias.