miércoles, 30 de diciembre de 2009

SEMANA SANTA CASTREÑA (Viernes)



I

Es Viernes, pero no un Viernes cualquiera,
La Madrugá se encerró al mediodía,
las cruces en los patios todavía,
el Paseillo en la calle Corredera,

y los hombres que la camisa estrenan,
que el nudo en la corbata no sabían,
con el traje especial para este día,
casi todos a la mujer protestan.

Los zapatos que aprietan un poquillo,
los vestidos planchados impecables,
en las puertas se forma algún corrillo
preparado para llenar las calles;
mientras, sigue recogiendo el Paseillo
Clero, Autoridades y Cofrades.


II

La calle Corredera está inundada,
de tertulias la Plaza San Fernando,
las mesas de los bares se han llenado,
los romanos a caballo se preparan.

Se llenan los balcones y ventanas,
la noche de la calle se ha adueñado,
por el Convento asoman los caballos,
y la primera imagen se prepara.

El Santísimo Cristo, muy despacio,
de la Misericordia, ya en la puerta,
llegará hasta la Plaza San Fernando
subiendo por la calle Corredera,
y la Cuesta Santo Cristo, ¡gran trabajo!,
y a seguir completando la "Carrera".


III

Al Santísimo Cristo, y muy cerca,
nuestro Cristo Yacente va siguiendo,
el murmullo se vuelve frio silencio
cuando al Sepulcro se canta una saeta.

Y todos los castreños y castreñas
admiran esta imagen con respeto,
el ambiente se inunda del incienso
que la calle convierte en una Iglesia.

Y el Paso va subiendo hacia la Villa,
algunos diligentes centinelas,
Nazarenos haciendo compañía,
encendidas se mantienen las velas,
y parece que apenas se respira
si la Imagen muy lenta se te acerca.


IV

El Cristo Yacente ya se aleja,
cuando asoma una imagen sin igual,
Nuestra Señora de la Soledad,
la Madre que en silencio sufre y reza.

Una Madre que oculta su tristeza,
que no quiere a su Hijo abandonar,
que una lágrima resbala por su faz,
y de nuevo se escucha una saeta.

La Virgen a su Hijo va siguiendo,
y todos los castreños se embelesan,
de los cirios se escuchan los lamentos,
se oyen del incienso las esencias,
la Cuesta Santo Cristo es un buen reto
que gana el costalero de esta tierra.

Arangu.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

SEMANA SANTA CASTREÑA (La Madrugá)

I

Hace poco que el Jueves se durmió,
todo Castro se vuelve a levantar,
porque ha llegado ya "La Madrugá",
y el Llano de Jesús es un clamor,

y las cruces duermen alrededor,
los penitentes deben esperar
que la puerta se abra de par en par
y que apareza la figura del "Guión".

El Llano de Jesús está inundado
de "Nazarenos" que hablan en voz baja,
que guardan en la túnica el calzado,
que tan solo no ocultan la mirada,
y las cruces que siguen esperando
unos hombros que mimen tanta carga.


II

En dos filas perfectas van saliendo,
muy despacio, se paran y descansan
apoyando la "Cruz" en la calzada,
con los piés descalzos van barriendo

la escarcha que reluce sobre el suelo;
tan solo los piés y las miradas,
y quizás ciertas cruces, los delatan.
Y de pronto el murmullo va creciendo

cuando asoma despacio el primer paso,
y el murmullo se calma cuando vuela
la saeta, que inunda todo el "Llano",
la imagen se para, es la manera
de escuchar la saeta, respetando;
y la primera imagen ya está fuera,
los penitentes siguen avanzando.


III

El que escucha el clamor de la saeta
es Nuestro Padre Jesús Nazareno,
y muy cerca está Simón Cirineo
un hombre que le ayuda en la carrera.

Y este paso se aleja de la Iglesia,
y siguen desfilando Nazarenos,
y sigue emocionado todo el pueblo,
y otro paso aparece por la puerta.

Nuestra Señora del Mayor Dolor,
y a su lado San Juan Evangelista,
todo Castro contiene su emoción
cuando Ella lentamente se aproxima,
y hasta un "viva" parece que se oyó,
y se nota que algunos ojos brillan.


IV

La carrera oficial marca un camino,
que lleva a la Parroquia de la Villa,
y hasta allí lentamente se encaminan
con los piés y los hombros doloridos.

Y la Virgen, que siguiendo va a su Hijo,
y que sabe el final que se aproxima,
casi oculta una lágrima, que brilla
y se mece en su rostro dolorido.

El Llano de Jesús ya queda lejos,
y cuando la calle Alta se apodera
de todos los solemnes "nazarenos",
los castreños se acercan a la Tercia,
y la "Madre de Dios" guarda silencio,
y "La Villa" dormida los espera.

SEMANA SANTA CASTREÑA (Jueves)

Como siempre se instala la cuaresma,
y el Domingo de Ramos brilla en Castro,
y la Semana Santa ya ha llegado,
como siempre la lluvia nos corteja.
Mirando hacia el sol o las estrellas,
rezando los que nunca habían rezado,
hoy el centro del pueblo está en mi barrio,
en las calles del Pozo y Casa Nuevas.
Y las nubes inquietan al castreño,
"ya veremos" se escucha por la calle,
"ya veremos si sale, ya veremos,
y todos preparados, nadie sabe.
Estas dudas emocionan a este pueblo,
empezaron las dudas, hoy es martes.

I

Es jueves, pero no un jueves cualquiera,
pues la Semana Santa para Castro,
para un pueblo curtido por el campo,
representa mas que una gran fiesta.

La noche de la Villa se apodera,
las campanas se adueñan de los patios,
los castreños esperan hace rato,
hay muchos que han llegado desde fuera;

y mientras se celebran los encuentros,
y las campanas siguen repicando,
los tambores esperan en silencio,
los romanos están ya preparados,
también multitud de Nazarenos,
y todos muy contentos esperando.


II

Es jueves, pero no un jueves cualquiera,
se han sacado los trajes del armario,
los vestidos están recien planchados,
y el momento esperado está muy cerca.

La Santa Vera-Cruz es la primera,
la Hermandad mas antigua que hay en Castro,
estandarte por todos recordado,
aparece poco a poco `por la puerta;

y un susurro pulula entre la gente,
las campanas su repicar arrecian,
la Santa Vera-Cruz está presente,
y todos los presentes la veneran;
los mayores y los adolescentes,
los niños pequeñitos y las nenas.


III

La Santa Vera-Cruz, como estandarte
de este Jueves Santos que vivimos,
prepara lentamente su camino,
que ha de seguir Jesús, Nuestro Padre;

Nuestro Padre Jesús, claro que sabe,
lo que todos sabemos que ha ocurrido,
El sabe que la cruz es su destino,
y no quiere luchar para salvarse.

Y sin embargo reza por nosotros,
los castreños notamos su oración,
que El no se salvó sabemos todos,
¿pero sabemos tal vez a quien salvó?.
Tras la Cruz se aleja presuroso,
orándole a su Padre, nuestro Dios.


IV

Asoma Nuestro Padre Jesús Preso,
no opone resistencia a los soldados,
porque sabe que son unos mandados,
y tambien lo sabemos los castreños.

!Los castreños¡, la misa no es lo nuestro,
y la Semana Santa, sin embargo,
ha logrado que el pueblo embelesado
sepa escuchar la copla del saetero.

Y aquí somos debotos especiales,
y Jesús apresado nos cautiva,
que unos rostros curtidos nos regalen
las lágrimas que muchos escondían,
y detrás de Jesús viene su Madre,
y todo Castro espera su salida.


V

María Santísima de los Dolores,
los castreños ya pueden ver su imagen,
detrás de un hijo siempre va una madre,
¿a una madre afligida quien responde?;

pero sigue a su hijo, ¿hacia donde?,
no lo quiere saber; pero en la calle
todo el pueblo que aplaude ya lo sabe,
porque ha visto la Cruz que va hacia el Monte.

Y el Llano de la Iglesia resplandece
cuando la Madre escucha una saeta,
y la mejilla de alguno se humedece
cuando acaba la copla, y se aleja
la imagen de la Virgen, lentamente,
pues sabe lo que Castro la venera.


VI

San Rafael se gira cuando pasa,
y hasta parece emocionado el Santo,
y cuando baja por la Cuesta Martos
agradece con un gesto la mirada.

Y el castillo reclina sus murallas,
la música se adueña del espacio,
pero la saeta surge entre las manos,
y el aplauso y la música se apagan.

Y continua hacia Jesús la procesión,
De los Rios por unas horas cierra;
la calle Ancha, dormido su explendor,
apenas esta noche se despierta;
pero sigue muy viva la ilusión
de todos los castreños y castreñas.

Arangu.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

DIVAGACIONES

0
Muchos "pacos" conocí,
también algunos "franciscos",
no a todos guardo cariño,
no a todos quiero aplaudir.

Hablemos de Don Francisco,
fue mi maestro de escuela,
desde siempre fue mi estrella,
lo sigue siendo ahora mismo.

Otro gran "paco", mi tío,
persona humilde y honesta,
los genes también se heredan,
no es fácil el buen camino.

Se de un "paco" dictador
que se nombró rey de España,
murió aplaudido en su cama,
su herencia aún no murió.

Tuve buenos compañeros
y buenos jefes también,
después de San Rafael
hay muchos "pacos" castreños.

Quiero un recuerdo especial
para un humilde anarquista
que creció entre comunistas
y que logró regresar
y morir viviendo en Castro,
y publicar sus novelas
que siempre tengo dispuestas
a la vera de mis manos.

También "pacas" conocí,
Frasquita era mi madre,
siempre buena, siempre amable,
sigue cuidando de mí.

I
¿Adónde duermen los sueños
que nunca se consiguieron?.

¿Adónde camina el aire
cuando se convierte en viento?.

¿Adónde duermen las olas
cuando el mar está sereno?.

¿Adónde duerme el quejido
del altivo aceitunero?.

¿Adónde estarán las canciones
de aquel ruiseñor mulero?.

¿Adónde duermen las líneas
de aquel gañán de barbechos,
adónde duermen los mulos,
los burros, los arrieros?.

¿Adónde marcha el agua
si lluvia no tenemos?.

¿Adónde va la luz 
en las noches de Enero?.

¿Adónde marchan las nubes
que no riegan mi ciruelo?.

¿Adónde duerme la sombra
de aquel niño melonero?.

¿Adónde duerme el tesón
del humilde jornalero?.

¿Adónde van las estrellas
cuando el sol reina en el cielo?.

¿Adónde duerme el amor
que no dejó de ser sueño?.

¿Adónde duermen los sueños
de aquellos niños castreños
que abandonaron el pueblo
y viven de los recuerdos?.

II
En la cueva mas oscura y misteriosa
que jamás un humano visitó,
en la cueva mas profunda y silenciosa
que nunca consiguió un rayo de sol,
en esa cueva de silencios y de sombras
vive el amor.

En el desierto mas seco y solitario
que el ser humano ni en sueños traspasó,
en el desierto gigantesco y alejado,
donde gobiernan la luz y el calor,
en un oasis de ilusión de ese reinado
vive el amor.

En la nube mas lúgubre y lejana
que el relámpago casi iluminó,
en la nube mas negra y desolada
que la noche lentamente se tragó,
en esa nube que ruge alborotada
vive el amor.

En la cumbre de la loma de la sierra,
rodeada de tinieblas y terror,
en la cumbre mas aislada de la tierra,
empapada de nieve y de ilusión,
en esa cumbre que se nos sale fuera
vive el amor.

En el arroyo mas inerte y descuidado,
que serpentea poco a poco bajo el sol,
en el arroyo de hojas secas y de barro
que en las entrañas de aquel valle se esfumó,
en ese arroyo en el que nadie se ha mirado
vive el amor.

En la rama mas profunda de aquel árbol,
que es la cúspide que nadie conoció,
en la rama de aquel bosque encantado,
dormido el desolado alrededor,
en esa rama que los años han secado
vive el amor.

En el corazón que alteró la primavera,
de aquel anciano que reza una oración,
en el corazón de aquella niña inquieta
que rebosa ilusiones y pasión,
en esos corazones que se alteran
vive el amor.

III

¿Porqué dejas bella flor
que aquel débil pajarillo
mañana sienta el martirio
del que pierde lo que amó?.
Se que tu sabes muy bién,
que tu belleza de ahora
es breve cual la aureola
del sol al anochecer,
sabes que serás muy pronto
cual los pétalos callados
que después de marchitados
se confunden con el polvo.
¿Que será del pajarillo
cuando no pueda admirar
tu belleza sin rival
embelleciendo el camino?.
No has debido enamorar
al pequeño cuerpo gris,
que ya tan solo es feliz
pudiéndote contemplar.
No le has debido ofrecer
de tu estampa su visión,
no has debido breve flor
ofrecerle tu querer;
pues mañana, si no puede
respirar tu dulce aliento,
¿crees que seguirá viviendo?,
quizás consigas su muerte.

VII

Las brisas absorvían los torpes pensamientos,
el silencio cercaba la paz de aquel instante,
la duda cabalgaba veloz hacia el momento,
el breve precipicio parecía interminable,
el aire congelaba las brisas de los vientos,
la luz de la conciencia logró ser fulgurante,
se paralizaba por completo el Universo,
las alas de la sombra se adueñaban del aire,
la muerte se acercaba respetando el silencio,
la vida, perezosa, dormía sin importarle,
la muerte y la vida se miraron con recelo,
y hasta lograron convivir por un instante.

¿Como sabremos en el momento conocer al vencedor,
si ninguno nos contó cuando la muerte gana?.
¿Es posible despertar, mirar alrededor,
y dudar de quién ganaba la batalla?.
El silencio que todas estas dudas consiguió
fué permitiendo que la brisa penetrara,
y de nuevo la luz de la conciencia se rompió,
y el Universo desplegó sus enormes alas,
y la sombra en el lejano infinito se perdió,
y el precipicio se perdió sobre la tierra blanda,
y la paz misteriosa de aquel instante no logró
que las dudas huyeran, conocer quien ganaba.

De nuevo la sombra fué luz otra vez,
y otras vidas pasaron por el mismo sendero;
ferozmente el sol quemaba de nuevo la piel
y la dulce lluvia penetraba con fuerza en el cuerpo,
aquel momento de grandes dudas ya se fué
y tan solo todos los demás lo percibieron.
De nuevo vuela el suspiro igual que volaba ayer
y también se escuchan los nombres que antes se oyeron,
y mezcladas las vidas, ¿quien puede conocer
cuales ganaron, y quizás cuales perdieron?,
y continuan las dudas de esa vida que otros ven,
o de esa muerte que tal vez ganó aquel duelo.