miércoles, 17 de febrero de 2021

Mi aplauso a las personas buenas

    Hoy día 12 de Febrero de 2021 voy a manifestar mi opinión para diferenciar la envoltura y el interior de las personas, que tal vez estoy equivocado; pero es lo que opino y quiero decirlo:

     Acabo de llegar del hospital donde me han hecho unas revisiones rutinarias y después he ido a urgencias, los achaques con los años vienen desde varios frentes, por la inflamación repentina de un pie.

    Las pruebas rutinarias me las hizo un médico especialista, me atendió de una forma bastante seca, creo que fue muy borde; pero bueno, no está obligado a ser amable, tal vez bastante correcto. Le comenté mi problema del pie hinchado y me dijo, sin mirar nada, que fuese a urgencias. Apenas podía andar, me dijo que esperara en la puerta de la consulta a que me diera el informe, a los cinco minutos salió la enfermera a dármelo. Así acabó la consulta. Como pude llegué hasta el ascensor, meno mal que no estaba muy lejos, y bajé a la planta baja donde tenía que coger hora para las próximas pruebas y visitas. Tuve suerte de que no había nadie en la cola y enseguida me atendió una enfermera muy amable, me dio los papeles con las horas de las próximas visitas. Entonces le comenté que quería ir a urgencias (desde este punto a urgencias solo conozco un camino, que es salir a la calle y entrar por la puerta de urgencias. Es un camino muy largo y no me encontraba en condiciones de hacer ese recorrido), enseguida ella llamó a alguien y me dijo que me esperara que venía alguien para acompañarme. A los tres minutos apareció un sanitario con una silla de ruedas (se interesó por lo que me pasaba) y me llevó hasta el punto de valoración de urgencias, donde fui atendido muy amablemente y lo mismo por el traumatólogo. Dándome facilidades para desplazarme hasta la salida del hospital.

    Estuve con cinco sanitarios, (dos doctores, un enfermero, una enfermera y una doctora) todos con bata blanca; pero está claro que debajo de cada bata hay una persona y todas reaccionaron de forma diferente.

    Ahora me estoy acordando de los aplausos a las ocho de la tarde y quiero dejar claro que eran merecidos; pero no todos los sanitarios merecen estos aplausos.

    De la misma manera quiero decir que no debemos criticar de forma general a las profesiones, porque dentro de todas las profesiones, de todas, hay personas buenas y otras personas. Por ejemplo, cuando se habla de los curas, que se comportan de una forma poco ética, estamos hablando de personas, no podemos decir que todos los curas son así. Todos, o casi todos, conocemos, o hemos conocido, a una persona buena (a veces muy buena) que es cura, y también todos conocemos a un cura que no es buena persona.

    Igual ocurre con lo políticos. Cuando oigo decir que todos los políticos son iguales me irrito mucho, porque no es verdad, porque también son personas, si, personas, unas mejores y otras peores, pero personas. Y no podemos decir que todos los políticos son iguales, no quiero nombrar  a ninguno, aunque tengo varios referentes que marcan estas dos tendencias o más que califican a las personas.

    En todas las profesiones hay personas buenas y personas malas. Por supuesto también en la policía y en la educación. 

    Para terminar quiero aplaudir desde aquí a todas las personas buenas de cualquier profesión.

                                                                                                                   Antonio Aranda - castreño